¡Feliz día de Cristo Rey!
Hoy es un día grande en el calendario litúrgico. Termina el tiempo ordinario y comienza el Adviento.
Pero lo hace por todo lo grande, celebrando la festividad de Cristo Rey. Cristo es Rey del universo, Él lo hizo y de Él depende. El sol y el viento le obedecen. Las aguas del mar se abren si así lo ordena.
Es Rey de la humanidad. Y de cada uno de nosotros.
¿Tu eres rey?, le pregunta Pilatos en plan irónico
Tu lo has dicho; soy Rey (creo que en ese momento a Pilatos se le quebraron las piernas) Y añadió: Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz

Imagen de la campaña lanzada esta semana por la Asociación Rescoldo
Quizás Pilatos no entendió demasiado. ¿Entonces está amenazando mi poder o no?, ¿me va a declarar la guerra?, ¿tiene o no tiene ejército?
No lo entiende porque no lo quiere entender. No. Cristo no tiene ejército. Tiene algo más potente: la Verdad. No tiene poder. Tiene algo más potente: autoridad.
Porque Él es el Camino, la Verdad y la Vida.
Habrá quien piense que se puede vivir y gobernar como si no existiera. No se puede. Cuando se hace eso se entroniza a quien no se debe y se declara la guerra al único Rey.
Se entroniza la raza, la nación, mis apetitos personales, mi dios superficial. El siglo XX está lleno de falsos dioses que han hecho verdaderos estragos. El nazisno entonizó a la raza aria; el comunismo a la revolución proletaria. El resultado no pudo ser peor.
Y no hemos evolucionado demasiado. Europa entroniza el bienestar y cosecha irrelevancia; el capitalismo financiero sin alma entroniza el dinero y cosecha incertidumbre, inestabilidad y guerras.
El único Rey es Cristo. Y sólo en Cristo hay estabilidad, paz y progreso humano.

Que Cristo sea Rey significa que el presidente es súbdito y por tanto limita los atropellos, las veleidades y las soberbias que sufrimos estos días.
Que Cristo sea Rey significa que las realidades temporales se ordenan según Dios, según la ley natural querida por Dios, sin descartar a quien molesta, sin abandonar a nadie en la cuneta, sin practicar injusticias porque me es más cómodo.
Creer que Cristo reine en mi significa que mi vida debe de estar al servicio de los demás y mi mirada apuntando al infinito. ¡Qué diferente es la vida así!
Todo eso significa cuando los españoles gritamos “Viva Cristo Rey”

Y toda esto significa la promesa del Sagrado Corazón al padre Bernardo de Hoyos: “Reinaré en España con más veneración que en otras partes”
Por cierto que la ‘Gran Promesa’ se realizó cuando España era también los territrorios de ultramar, Hispanoamérica.
Todo esto es lo que celebramos hoy. Así que, ¡felicidades!
Un fuerte abrazo. Espero que pases un estupendo domingo de Cristo Rey con tu familia.
Luis Losada, director de Actuall y todo el equipo
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